Lola Feliu – Directora del Centro Nilaya

Lola Feliu se licenció en Economía con la especialidad de Sociología en Barcelona, dedicándose a impartir clases en la Universidad durante 11 años. Poco después, una enfermedad crónica -Fibromialgia- la imposibilitó a realizar una vida normal. Cayó en una depresión cuando los médicos le notificaron que no existía cura y que debía acostumbrarse a aceptar su minusvalía para el resto de su vida. Lola, gran deportista por naturaleza -practicaba varios deportes de alto riesgo-, e incansable viajera desde muy joven, con su personalidad luchadora no quiso aceptar el «veredicto a cadena perpetua» que le ofrecía la medicina tradicional y decidió entonces realizar su propia investigación. Investigación que no solo le permitío curarse completamente de su enfermedad, sino que le permitió dar un giro de 180 grados en su vida personal y profesional.

En su búsqueda para encontrar la fórmula que le permitiera curarse de su limitante enfermedad realizó estudios de Medicina Natural.  Con ellos no consiguió más que aliviar ligeramente sus dolores. Lola no se desanimó por ello y con el pleno convencimiento de que se curaría, continuó su búsqueda. En esos momentos el universo le sirvió en bandeja la posibilidad de trasladarse por algún tiempo a vivir a la India, oportunidad que no quiso desaprovechar. Allí realizó un Master en Medicinas Alternativas, que complementaría con maestrías de distintas disciplinas bioenergéticas como: Reiki, PranicHealing, Quantum Healing y Rebirthing. Al mismo tiempo inició su propia investigación en temas relacionados con bioenergía y física cuántica.

A los pocos meses comenzaba a comprender la verdadera causa de las enfermedades. Comprendió que la enfermedad no era más que el efecto, y que la verdadera causa había que buscarla a un nivel emocional, a un nivel más profundo. Comprendió que si no identificábamos el problema a nivel emocional que era el causante de la enfermedad, y lo sanábamos, difícilmente podríamos deshacernos de la enfermedad. Los resultados de su investigación fueron tan relevantes -y revelantes- que cuando se los aplicó a sí misma, no solo sanó en muy poco tiempo, sino que además comenzó a vivir la vida con más sentido y plenitud. Desde entonces se dedica a compartir estos conocimientos en conferencias, talleres y cursos, beneficiando a miles de personas en distintos países enseñando el enorme potencial que habita dentro de nosotros y la perfecta sincronización entre cuerpo, mente y emociones.

Esas son las palabras que Lola le dijo a su marido, a principios del verano del 97, cuando ella estaba enferma de Fibromialgia y éste le preguntó si debería aceptar un cargo como diplomático en la embajada de Nueva Delhi : «Sí, Peter, vamos a la India porqué yo allí me curaré». Y así fue. Al cabo de pocos meses Lola se encontró completamente curada y como ella dice «literalmente volviendo a nacer». Incluso cambió su nombre ‘Dolores’ por ‘Lola’. «De dolores ya tuve muchos en mi enfermedad, y Lola es un nombre para mi diametralmente opuesto, que contiene alegría y fuerza. Creo firmemente en el poder de la palabra, y nuestro nombre es una de las palabras que más se repiten en nuestras vidas y que nos marcan como un fuego candente… como un sello».

«Hubo un antes y un después. Fue una oportunidad de despertar y de descubrir la magia de la vida con todas las infinitas capacidades del Ser» dice Lola. Y añadió «Me dediqué en cuerpo y alma  a estudiar, investigar… comprender. Y sí ¡finalmente comprendí! La palabra clave es Despertar. Todos andamos por la vida dormidos, como zombis, desaprovechando todo el potencial  que nos ha sido entregado; desperdiciando muchos años de nuestras vidas, y a veces vidas enteras, sin evolucionar como Seres. En realidad solo empecé a vivir realmente la vida desde ese momento, cuando ya me pude responder preguntas como ¿Quién soy? y ¿Que he venido a hacer aquí? Desde entonces intento vivir mi vida con conciencia… con intención… encaminando mis actos al objetivo final por el que venimos aquí».

Con los estudios y la investigación realizada en India pudo comprender que las enfermedades no caen del cielo  por arte de magia, sino que las ganamos a pulso por un completo desconocimiento del Ser. «Cuando conocemos a éste y dejamos de agredirlo en todas sus facetas: física, mental, emocional, energética y espiritual, entonces el cuerpo sana con mucha facilidad. Toda la energía que las células utilizan para apagar fuegos –los que nosotros vamos encendiendo – la puede poner a disposición, durante las 24 horas del día, para restaurar lo dañado. No hay excepciones. Esa es la función de las células: multiplicarse y renovarse ininterrumpidamente. De hecho las enfermedades, o las dificultades que experimentamos en la vida, pueden ser un gran regalo ya que nos dan la oportunidad de despertar y crecer… y finalmente cumplir el objetivo por el cual vinimos en primer lugar al planeta Tierra».

Ella no aceptó el veredicto a «cadena perpetua» que le dieron los médicos. No aceptó las medicinas que le recetaron para apagar sus dolores. Siguió a su voz interior que le decía que se curaría. Decía que el hecho de que los médicos dijeran que no había cura no significaba que no la hubiera, pues hablaban desde el desconocimiento; del desconocimiento del Ser y del ‘arte de vivir’. Y añadía “Si por lo menos los médicos te pudieran decir simplemente que no conocen cura, dejarían una puerta abierta a la esperanza. La puerta que yo elegí traspasar al no querer aceptar este veredicto que me hubiera dejado prácticamente incapacitada para el resto de mi vida».

Conjuntamente con su marido Peter Hansen, regresaron en el año 2005 a la India, donde establecieron nuevamente su residencia. Allí continua desarrollando su investigación, aprendiendo mas sobre Salud Holística y divulgando el mensaje de que todas las enfermedades pueden curarse: «Solo si dedicamos un poco de tiempo para conocernos mas a nosotros mismos y descubrir el ser completo en todas sus dimensiones podremos descubrir las capacidades infinitas para sanar y deshacer cualquier desarmonía, sin importar la gravedad de la misma». Aparte de sus conferencias y talleres ha creado un curso-retiro de inmersión completa de 10 días de duración, El Viaje al Interior, al que llama vacaciones mágicas por ofrecer la posibilidad de realizar ese Despertar, y que organiza anualmente en España y a menudo en la India. «Solamente para los elegidos, para aquellos que realmente desean un cambio en sus vidas y están dispuestos a realizar algún sacrificio para obtenerlo…», dice con una sonrisa. Y en seguida añade: «Lo digo porque no todo el mundo está dispuesto a sacrificarse, ser disciplinado, o incluso realmente curarse. Algunas personas dan la bienvenida a las enfermedades en sus vidas por no sentirse capaces de aceptar las responsabilidades que han emprendido, o porque necesitan recibir algo de atención y simpatía por parte de quienes le rodean».

En el poco tiempo libre que le queda, entre su trabajo y sus viajes, escribe sobre sus enseñanzas con la intención de publicar un libro. «Para poder transmitir el mensaje a un mayor número de personas», nos dice. Aunque añade, que le cuesta mucho encontrar el tiempo para dedicarse a este proyecto ya que está también comprometida con proyectos solidarios, que apoya desde hace varios años en India. Conjuntamente con su marido han creado una ONG, ‘Corazones de India’, con el deseo de mejorar las condiciones de vida de las personas más desfavorecidas de este país en barrios marginales de Delhi: www.corazonesdeindia.org

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